El Juramento de los Cinco Lores: un éxito fuera del canon
Continuando con nuestra revisión de reseñas más antiguas, hoy llegamos al álbum que me llevó a crear este blog y cuya lectura me devolvió al universo de Blake y Mortimer después de varios años teniéndolo olvidado en la estantería. Se trata de El Juramento de los Cinco Lores, el tomo 21 de la serie principal de los dos héroes creados por Edgar P. Jacobs, escrito por Yves Sente, dibujado por André Juillard y publicado en francés en 2012.
Este álbum es, no solo por mi experiencia leyéndolo, un álbum muy especial. El comienzo de la trama es, aparentemente, simple: Mortimer viaja a Oxford, donde acaba de producirse un extraño robo en el Ashmolean Museum, mientras que Blake tiene que afrontar el asesinato de una serie de lores que conoció en su juventud... Pero, detrás de este planteamiento, Yves Sente firma una aventura que se desmarca de sus predecesoras: muchos elementos y secuencias recuerdan a las de otros álbumes (los elementos arqueológicos evocan El Misterio de la Gran Pirámide, y las secuencias de corte policíaco traen a la mente El Caso Francis Blake), sí, pero el tono y la propia trama de la obra son más propios de una novela de Agatha Christie, y el papel de Olrik en la historia convierte a este tomo en excepcional, tanto dentro de las continuaciones como dentro de toda la serie principal.
Además, el guionista continúa aquí con la tendencia, iniciada en el díptico Los Sarcófagos del Sexto Continente y en su secuela El Santuario de Gondwana, de profundizar en el pasado de los protagonistas. En este álbum Sente desgrana los años universitarios de Blake, dando pie a una historia que mantiene al lector enganchado y que completa y da protagonismo a un personaje que acabó relegado a un segundo plano en algunos de los álbumes de Jacobs (como el primer tomo de El Misterio de la Gran Pirámide, La Trampa Diabólica, o el primer tomo de Las 3 Fórmulas del Profesor Sato). Por otra parte, se nota que el álbum fue concebido para ser prepublicado, ya que muchas planchas acaban en suspense y el álbum mantiene un buen ritmo a lo largo de sus 62 planchas.
Pero quizá el aspecto más sobresaliente de esta aventura es el dibujo. Juillard está aquí en plena forma, superando sus anteriores entregas de los dos héroes británicos e incluso a otras posteriores (como El Testamento de William S.), consiguiendo un trazo con pocos altibajos y mucha soltura, tanto con personajes como con decorados, y logrando en general un álbum muy redondo. El coloreado de Madeleine de Mille, que se estrena aquí en el coloreado digital (todos sus álbumes anteriores de la serie estaban coloreados a mano), no hace más que realzar el trazo y mejorar unas viñetas ya de por sí muy bien escritas y dibujadas.
Intentar enriquecer el universo de Blake y Mortimer saliéndose del canon siempre es una apuesta arriesgada, y más aún cuando se trata de ahondar en el pasado de uno de sus dos héroes principales. Pero, al igual que en Los Sarcófagos del Sexto Continente, El Santuario de Gondwana y La Vara de Plutarco, Sente y Juillard culminan el desafío con éxito, demostrando que desmarcarse un poco de la tradición de la serie puede tener como resultado un álbum atractivo para el público actual y que, a la vez, conserve los rasgos más apreciados de la saga creada por Edgar P. Jacobs en 1946. Un éxito fuera del canon.
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